Párate un momento a pensar cómo está cambiando o va a cambiar la sociedad y las oportunidades o amenazas que ello puede suponer para tu negocio. Decide que harás para aprovecharlas o defenderte de ellas.

Cómo está cambiando el mercado. Cómo evolucionan los clientes o proveedores, quienes serán los nuevos competidores, qué está haciendo la competencia. Plantéate antes de que sea tarde qué harás para afrontar el nuevo escenario.

Supervisa las fortalezas y debilidades de tus departamentos. Toma decisiones para reforzarlas o aprovecharlas y que se puedan convertir en ventajas competitivas frente a tus competidores.

Te has parado a analizar tu mercado más allá de las fronteras evidentes del mismo. Te dará ideas sobre cómo expandir tu negocio y definir su modelo.

Descubre modos de diferenciarte de tu competencia e incluso crea nuevos mercados donde serás el único competidor.

Mapea el entorno para descubrir cómo identificar a nuevos potenciales clientes.

Descubre potenciales segmentos de clientes en el mercado. Así podrás elegir posteriormente los que más interesan a tu proyecto.

Comprende todos los factores que influyen sobre el consumidor en sus decisiones de compra. Optimiza tu gestión de marketing para adaptarte al consumidor y conseguir más ventas.

Investiga todo aquello que piensa el consumidor y que incluso no exterioriza. Es el modo de poder adaptar adecuadamente tu propuesta de valor y tu comunicación.

Adapta la oferta, el comportamiento y tu comunicación para estar lo más cerca posible de lo que el usuario siente y te reclama.

Traza un perfil personal de tu cliente que te permitirá conocerlo en profundidad y enfocar tu estrategia a sus necesidades.

La famosa herramienta para detectar debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades.

Encuentra posibles estrategias defensivas, ofensivas, de orientación y de supervivencia, combinando oportunidades y amenazas con fortalezas y debilidades.

Establece con claridad y en términos cualitativos lo que quieres conseguir y cómo lo harás.

Define cuantitativamente los objetivos específicos que permitirán alcanzar el objetivo general.

Define adecuadamente la misión, visión y valores de la empresa. Será de gran ayuda para que tu equipo no pierda nunca el objetivo de su trabajo y tus clientes sepan qué pueden esperar en el presente y futuro de tu empresa.

Resume en un único canvas cuál es la estrategia de la empresa para que sea fácilmente comprensible para todo el equipo y comprendan la dirección de sus esfuerzos y cometidos.

Determina junto a tu equipo cómo tu empresa buscará el crecimiento en el siguiente ejercicio o en el próximo plan estratégico.

Analiza tu portfolio de productos con la famosa matriz de la BCG y toma decisiones sobre cuales de ellos invertir, dedicar esfuerzos o marcarles objetivos en función del atractivo del mercado y la rentabilidad que aportan.

Supervisa las áreas clave de tu modelo de negocio o analiza desplazamientos a nuevos modelos que te permitan afianzarte o crecer, simplemente alterando la configuración de alguna de estas áreas.

Establece qué imagen quieres que perciba el consumidor sobre tu marca, para diferenciarte de tus competidores.

Define tu propuesta de valor y las características de tus productos/servicios para ajustarte al máximo a lo que el cliente te pide.

Establece la ruta de trabajo para que un potencial usuario anónimo te conozca, se convierta en cliente y te recomiende en un entorno digital.

Establece los atributos y los territorios para hacer efectivo tu posicionamiento.

Establece la argumentación general de venta de tu producto.

Establece la argumentación para convencer a tu público objetivo que eres la mejor opción para sus intereses.

Establece llamadas motivadoras para generar interés por tus productos.

Calcula el número de unidades que debes vender para cubrir los costes.

Haz una previsión elemental de los ingresos, gastos y resultado que esperas obtener con tu proyecto.